El 13 de diciembre de 1939, el acorazado alemán Admiral Graf Spee se encontraba navegando a la altura de la desembocadura del Rio de la Plata. A las 0610 se avistó un mastil en el horizonte. A los pocos minutos se recortaron claramente tres siluetas, se trataba de tres unidades de guerra inglesas, el HMS Exeter,el HMS Ajax y el HMS Achilles, la escuadra al mando del Comodoro Harwood.
Mientras el Graff Spee se aproximaba al Exeter,este último radió un mensaje que indagaba: What ship? (que barco?), la respuesta fue inmediata,una granada de 28 cm disparada desde el Graf Spee, automaticamente se había dado comienzo al combate.
Harwood ordenó a los dos cruceros ligeros abrir su posición del crucero pesado para de esta manera concentrar su fuego hacia los flancos del acorazado alemán.
A las 0630 hs el Exeter contaba con decenas de muertos sobre y bajo cubierta,el puesto de mando destruido y las dos baterías fuera de servicio.
Los dos cruceros ligeros en una intrépida maniobra se acercaban peligrosamente al Graf Spee tratando de interponerse entre el acorazado y el Exeter, quien aprovechó la oportunidad para retirarse del escenario de batalla,huyendo a las Islas Malvinas.
Luego de una hora y media de continua batalla los dos cruceros ligeros,ya en muy precario estado deciden emprender la retirada y el Comandante Langsdorff (al frente del Graf Spee) decide cambiar su rumbo hacia las costas rioplatenses y realizar una inspección a la nave.
Un total de 36 muertos y 50 heridos graves daban un panorama de lo que allí había sucedido. El Graf Spee había recibido 20 impactos pero sólo uno cambiaría el curso de los acontecimientos.Una granada había veriado la planta refinadora de diesel,sin la cual el combustible arruinaría los motores e impedría la navegación,quedando el tan preciado motin de guerra a merced de enemigo inglés que lo buscaba hacía mucho tiempo por su avanzada tecnología,la cual escapaba al servicio de Inteligencia inglés. Por lo que alo reunir Langsdorff a la plana del Graf Spee y a pesar de estos manifestar sus intenciones de seguir a los buques británicos para culminar con lo empezado,el cmandante decide no hacerlo y por el contrario buscar un puero neutral para reparar las averías.
La única posibilidad táctica para los ingleses era oficiar como buques de contacto,para mantener al enemigo a la vista y radiar su posición al resto de la flota para que posteriormente emprendieran la marcha hacia el Río de la Plata y formaran un bloqueo al coloso acorazado alemán,para de este modo poder adueñarse de sus avanzados secretos tecnológcos.
Las únicas dos opciones para el Graf Spee eran Montevideo y Buenos Aires. Uno de los oficiales de abordo,quien había sido marino mercante y había navegado nuestras aguas,manifestó a Langsdorff la dificultosa entrada que tenía el puerto de Buenos Aires y que se corría el riesgo de quedar varado en bancos de arena y eso dejaría expuesto el buque a merced del enemigo ,por lo que el comandante alemán decide enfilar hacia el puerto de Montevideo,sin saber la trampa mortal a la que se enfrentaría.
Mientras el Graf Spee se adentraba en el puerto de Montevideo ,un carguero británico se les cruzó en la ruta de navegación,Langsdorff podría haberlo hundido confacilidad pero no era su intención el derramamiento de sangre ni propia ni enemiga,por lo que dejó al carguero seguir su curso y sólo tomó prisioneros.
El HMS Achilles hizo un últmo intento de atacar al acorazado pero Langsdorff ya había previsto su maniobra y repelió el ataque con facilidad,este incidente fue presenciado por el crucero Uruguay,al mando del Capitán Fuentes,quién decidió ubicar su buque entre medio de las dos naves beligerantes para mantener la neutralidad de las aguas del Río de la Plata. A la media noche el Graf Spee tocaba puerto en Montevideo. Mientras tanto partía desde Malvinas el HMS Cumberland hacia el Río de la Plata y tres buques más desde Africa,incluyendo un portaaviones.
El 14 de diciembre Langsdorff toma contacto con el embajador alemán en Uruguay quién tras infructuosas tratativas con el gobierno uruguayo no logró ayudar al comandante alemán,ya que el gobierno uruguayo tenía muy altas influencias británicas,sobre todo de índole comercial desde epocas coloniales,y el embajador británico en uruguay se encargó de armar todo un movimiento de prensa en contra del Graf Spee y sun tripulación. Uruguay,viendo peligrar su neutralidad decide dar un ultimatum al acorazado alemán,dándole tan sólo 72 horas de los 30 dias solicitados por Langsdorff para poder reparar la planta refinadora de diesel y dar tiempo a los submarinos alemanes a que repelieran el bloqueo británico formado en el Río de la Plata.
El 15 de diciembre el comandante Langsdorff lográ obtener un permiso para enterrar a sus muertos,durante la ceremonia el grupo de marinos mercante que habían sido tomados prisioneros se acercó y frendó una corona de flores a los marinos alemanes a modo de reconocimiento por el buen trato que habían recibido en su estadía como prisioneros de guerra abordo del Graf Spee.
Las opciones para el comandante alemán no eran muchas, o se arriesgaba a intentar llevar su acorazado al puerto de Buenos Aires,con las dificultades que ello implicaba y sin certeza alguna de que el buque no se encallara, o salía tal como estaba a pelear solo contra un bloqueo inglés ampliamente armado y renovado, el cuál aunque resultara victorioso culminaría en no poder avanzar por la destrucción de sus motores. Una resolución heróica de este tipo hubiese significado sacrificar la vida de sus jovenes marinos,no sólo los propios sino los del enemigo y todo para no obtener un resultado militarmente tangible. Sin embargo el ingenio de Langsdorff ideó otra alternativa,Langsdorfftomó como eje algo que hasta ese momento nadie había hecho,la vida de sus hombres,su joven y fiel tripulación valía más que cualquier victoria política.
Fué así como decidió trasladar en secreto la mayoría de su tripulación al mercante alemán Takoma,también anclado en Montevideo,este debía desplazarse durante la noche,tratando de no ser detectado por los buques ingleses,para poder hacer trasbordar a los tripulantes del Graf Spee a una chata y dos remolcadores (El Coloso y el Gigante) comandados por el Capitán Heppe de la compañía Hamburg-Süd que se encontraba en el puerto de Buenos Aires, con el amparo del gobierno argentino que había decidido dar amparo a aquellos tripulantes y a su comandante.
Por aquel entonces si bien la Argentna manifestaba simpatía por la causa alemana, la economía también estaba muy ligada a Gran Bretaña,ya que se había firmado el pacto Roca-Runciman,mediante el cual Gran Bretaña asumía a dar el monopolio de la exportación de carnes a Argentina,recibiendo un régimen especial y ellos aportarían amplias conceciones de capitales ingleses industriales,principalmente los ferrocarriles. La prensa local que también estaba en manos británicas hizo una campaña fuertísima contra el comandante Langsdorff por la decición que había tomado.
Langsdorff no permitiría jamás que su buque cayera en manos inglesas,por lo que una véz a salvo su tripulación destruyó su tan preciado buque,haciéndolo estallar en medio del Río de la Plata y logicamente provocando el hundimiento del mismo.
Si bien Langsdorff había manifestado sus intenciones de inmolarse con su barco,desistió ante la insistencia de sus camaradas y la noche del 19 de diciembre cenó en el arsenal naval de Buenos Aires junto a su gente y al embajador.Momentos después se retiró a su habitación ,escribió dos cartas,una a su esposa y la otra al embajador, posteriormente se quitó la vida de un disparo en la frente. La prensa automáticamente dió un vuelco y admitió los valores indiscutibles del gran comandante alemán.
Wilhelm Langsdorff fue enterrado en el cementerio de la chacarita y todos los años para el 20 de diciembre su tripulación va a rendirle honores a su tumba.
Gran parte de la tripulación del Graff Spee volvió a Alemania a continuar con la guerra,otra gran parte quedó en Argentina,formando sus hogares aquí.
La gratitud del pueblo y gobierno argentino durante esta batalla,fue retribuída por informes de inteligencia alemana durante la guerra de Malvinas,dónde a modo de agradecimiento y de forma obviamente secreta,el servicio de Inteligencia alemán entregó a la Argentina los datos reciéntemente adquiridos sobre la flota inglesa.
Los secretos del Graf Spee descansan bajo las aguas del Río de la Plata.
